Es Nuestra Vida Cristiana! Desde la esclavitud en Egipto hasta la Tierra Prometida, El Éxodo no es solo la historia de Israel, sino la parábola de la redención cristiana. En Egipto vimos nuestra condición: esclavos del pecado, incapaces de libertarnos. En La Pascua vimos a Cristo, El Cordero inmolado cuya sangre nos libra del juicio. En el Mar Rojo vimos el poder de Dios que nos separa de la antigua vida. En el desierto vimos la disciplina, la prueba, la provisión y la guía divina. En El Sinaí vimos la Ley que revela la santidad de Dios y nuestra necesidad de un Mediador. En el Tabernáculo vimos la cercanía de Dios, anticipando a Cristo encarnado y su obra perfecta. En cada jornada vimos que no somos sostenidos por pan ni por agua, sino por La Gloria de Dios que permanece fiel. Y finalmente, en la Tierra Prometida, contemplamos la meta: no un territorio físico, sino la herencia eterna en Cristo, el descanso glorioso de Dios con su pueblo para siempre en El Cielo.