El documento aborda la teoría de la estructura de capital, destacando que las empresas pueden financiarse con deuda o fondos propios, cada uno con diferentes niveles de riesgo para los prestamistas y accionistas. La teoría de Modigliani-Miller sugiere que, bajo ciertas condiciones, la estructura de capital no afecta el valor de la empresa, que se basa en su capacidad de generación de flujos de efectivo futuros. Se analizan ejemplos de empresas y cómo sus decisiones de financiación no alteran su valor, centrándose en el rendimiento esperado en función de los flujos generados.