El documento analiza cómo la era digital ha cambiado los intereses de los niños y jóvenes hacia la lectura, sugiriendo que, aunque estos siguen interesados en leer, lo hacen a través de formatos y entornos diferentes, como los videojuegos y las redes sociales. Propone la necesidad de desarrollar estrategias que integren la lectura con estas nuevas formas de comunicación, promoviendo la convergencia entre libros, dispositivos digitales y narrativas interactivas. Además, presenta ejemplos de bibliotecas que utilizan videojuegos como herramienta para fomentar el interés por la lectura entre los jóvenes.