El documento trata sobre la evolución de la educación formal, destacando el cambio de modelos tradicionales a un enfoque de mediación del aprendizaje basado en competencias en la educación superior. Se subraya la responsabilidad de los educadores en guiar a los estudiantes hacia la autoformación y construcción del conocimiento, en un contexto donde la ciencia se relaciona con problemas sociales. También se discuten las críticas a los enfoques conductistas y la preferencia por modelos cognitivos y constructivistas que fomenten la participación activa del estudiante.