El documento analiza la calidad en la atención sanitaria, definiéndola como la aplicación eficaz de la ciencia y la tecnología para maximizar beneficios, minimizando riesgos. Se discuten las dimensiones de calidad, sus implicaciones éticas y los desafíos en la implementación, incluyendo la insatisfacción de usuarios y profesionales, así como la necesidad de un enfoque sistémico para mejorar la atención. Se proponen estrategias para posicionar la calidad y participación ciudadana como prioridades en la salud pública.