2. NARRADOR
¿Quién
es ?
Es el ente ficticio o la voz que relata los
acontecimientos que suceden en la historia
3. “Tuve que bailar con ella dos o tres veces, y en un intervalo
me presentó al que tocaba saxofón, un hombre moreno,
joven y bello, de origen español o sudamericano, el cual,
como ella dijo, sabía tocar todos los instrumentos y hablar
todos los idiomas”
Herman Hesse, El lobo estepario
(fragmento)
“Fue entonces que oí hablar de Adriazola: en Vendrell, a
una hora de Barcelona por la costa vivía este chileno, este
extraordinario pintor de protesta, sobre el que por ese
tiempo aparecían reportajes en colores en algunas
revistas”
José Donoso, El jardín de al lado
(fragmento)
4. “Ese domingo, frente al arco, Iván miró al arquero a los ojos. Se dio
vuelta y miró por última vez a sus compañeros. Antes de anotar, se
detuvo y observó el pasto por un segundo. Con una zurda reventó en
el ángulo izquierdo del arco. Los espectadores saltaban cantando sin
cesar. Por primera vez su equipo era campeón nacional.”
“Al día siguiente no salió; estuvo casi todo el tiempo en su habitación,
enfermo de un loco temor a morir, indiferente a la vida, sin embargo… El
miedo de ser vigilado, perseguido, acosado, comenzaron a dominarle.
Temblaba cuando una corriente de aire movía las cortinas. Las hojas
secas que el viento arrojaba contra los cristales encuadrados con varillas
de plomo, parecíanle semejantes a sus resolución incumplidas, a sus
ardientes pesares…”
Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray (fragmento)
7. «Para siempre habría que recordar el instante en
que hubo de abandonarla. Cada vez que la
recordaba, sentía que su mundo interior se
desplomaba y la angustia inundaba su ser».
«No sé cómo alcancé a decirle que era lo mismo,
algo así, y escuché el ruido de la puerta al
cerrarse y entonces me tapé la cabeza con las
frazadas y qué le iba a hacer, a pesar de los
cólicos me mordí las dos manos y llore tanto que
nadie, nadie puede lo que lloré…».
8. «- Ven acá, Héctor, que aquí te espero –
grito, rojo de furor, Aquiles.
- Ya voy, por los dioses que ya voy –
Replico Héctor mientras retrocedía
velozmente.
Entonces Aquiles arrojo su broncínea
lanza, la cual atravesó el escudo y la
armadura del troyano, el cual cayo de
rodillas en el campo, arrojando lejos de si
su espada».
10. "La ciudad estaba pendiente de la decisión de Ana. En el casino
se hacían apuestas.
Por fin, Ana dijo que se casaría con Don Víctor. Con vergüenza,
dio a conocer su propósito un mes más tarde"
“Quería ir a Marte en el cohete. Bajó a la pista en las primeras
horas de la mañana y a través de los alambres les dijo a los
hombres uniformados que quería ir a Marte. Les dijo que
pagaba impuestos, que se llamaba Pritchard y que tenía derecho
a ir a Marte. ¿No había nacido allí mismo en Ohio? ¿No era un
buen ciudadano? entonces, ¿por qué no podía ir a Marte?”
11. • "Si hubiera sabido que tú también estabas aquí, te habría
esperado – dijo Lucía. Estaba tan contenta y excitada que no
advirtió el tono mordaz con que hablaba Edmundo, ni lo extraña
y roja que se veía su cara. - Estuve almorzando con el querido
señor Tummus, el Fauno. Está muy bien y la Bruja Blanca no le
ha hecho nada por haberme dejado en libertad. Piensa que ella
no se ha enterado, así que todo va a andar muy bien”
C. S. Lewis, Las crónicas de Narnia; El león, la bruja y el ropero
13. “La familia de don Dámaso Encina era noble en Santiago por
derecho pecunario y, como tal, gozaba de los miramientos sociales
(…). Se distinguía por el gusto hacia el lujo, que por entonces
principiaba a apoderarse de nuestra sociedad y aumentaba su
prestigio con la solidez del crédito de don Dámaso, que tenía por
principal negocio el de la usura en gran escala, tan común entre los
capitalistas chilenos”.
Alberto Blest Gana, Martín Rivas, (fragmento)
14. “En toda aquella escena había algo angustioso, y en el piso
un calor sofocante como si el aire estuviera estancado y
podrido”.
Carmen Laforet, Nada, (fragmento)
“Lo que estaba delante de mí era un recibidor alumbrado
por la única y débil bombilla que quedaba sujeta a uno de
los brazos de la lámpara, magnífica y sucia de telarañas,
que colgaba del techo. Un fondo oscuro de muebles
colocados unos sobre otros como en las mudanzas”.
Carmen Laforet, Nada, (fragmento)
16. «Pues sepa vuestra merced, ante todas cosas , que a mi llaman
Lázaro de Tormes, hijo de Tomé González y de Antona Pérez,
naturales de Tejares , aldea de Salamanca . Mi nacimiento fue
adentro del rio Tormes, por lo cual causa tome el sobrenombre».
Anónimo, El Lazarillo de Tormes.
Bastara decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mato a
María Iribarne; supongo que el proceso esta en el recuerdo de
todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi
persona.
Aunque ni el diablo sabe que es lo que ha de recordar la gente,
ni por que. En realidad, siempre he pensado que no hay memoria
colectiva, lo que quizá sea una forma de defensa del ser humano.
• Ernesto Sábato, El túnel.
17. Sobre el techo de la casa, recortados contra la luz del amanecer,
los jotes semejan un par de viejitos acurrucados, vestidos de
frac y con las manos en los bolsillos.(…)
Fue un helado día de Julio que Olegario Santana se hallo a los
jotes en el interior de su calichera, cuando eran apenas unos
polluelos feos y enclenques.
Hernán Rivera Letelier, Santa María de las flores negras.
20. (…)-Dígame, doctor, ¿alguna vez ha pensado en si le gustaría ser humano?
Esa pregunta inquietante y extraña dejo estupefacto al cirujano. Dudó
unos segundos, como si el concepto de ser humano le fuese tan ajeno que
no encajara en sus circuitos positrónicos.
El cirujano recuperó el aplomo y respondió serenamente:
-Señor, soy un robot
-¿Y no preferiría ser un hombre?
Señor, si me concedieran el privilegio de mejorar, optaría por ser un mejor
cirujano. La práctica de mi oficio es la meta principal de mi existencia. De
ser un hombre no sería mejor cirujano del que sería si fuese un robot más
desarrollado. Ciertamente me gustaría ser un robot más desarrollado.
Isaac Asimov, Yo robot.
22. • “Primero todo era silencio, había mucha calma.
No había nada que estuviera en pie en toda la faz
de la tierra, solo existía el mar en reposo y un
cielo apacible. Todo era oscuro, solo Tepeu y
Gucumatz (progenitores) estaban en el agua
rodeados de claridad. Ellos son los que disponen
en la creación de arboles, bejucos, nacimiento de
la vida y del hombre. Se formó el corazón del
cielo. Mediante su palabra ellos hicieron emerger
la tierra. Dijeron “Tierra” y esta fue hecha”.
• Popol Vuh.
23. • “En cuanto a los Hobbits de la Comarca, de quienes
tratan estas relaciones, conocieron en un tiempo la
paz y la prosperidad y fueron entonces un pueblo
feliz. Vestían ropas de brillantes colores, y preferían el
amarillo y el verde; muy rara vez usaban zapatos,
pues las plantas de los pies eran en ellos duras como
el cuero, fuertes y flexibles, y los pies mismos estaban
recubiertos de un espeso pelo rizado muy parecido al
pelo de las cabezas, de color castaño casi siempre”.
• J.R.R. Tolkien, El señor de los anillo
24. •“Los Ciudadanos de esta República filosófica,
conocedores de que la propiedad privada
engendre el egoísmo humano e incita a los
hombres enfrascarse en crueles luchas, han
convenido en que la propiedad sea comunitaria.
Todos los hombres habrán de trabajar pero los
funcionarios serán los que harán la distribución
de la riqueza. Hasta los actos más íntimos son
en común en esta ciudad”.
• La ciudad del sol. Tommaso de Campenella
25. “Alcanzó a cerrar otra vez los párpados, aunque ahora
sabía que no iba a despertarse, que estaba despierto,
que el sueño maravilloso había sido el otro, absurdo
como todos los sueños; un sueño en el que había
andado por extrañas avenidas de una ciudad asombrosa,
con luces verdes y rojas que ardían sin llama ni humo,
con un enorme insecto de metal que zumbaba bajo sus
piernas. En la mentira infinita de ese sueño también lo
habían alzado del suelo, también alguien se le había
acercado con un cuchillo en la mano, a él tendido boca
arriba, a él boca arriba con los ojos cerrados entre las
hogueras.”
Julio Cortázar, La noche boca arriba.
26. «El Caleuche es un buque que navega vagabundo por
los mares de Chiloé y los canales del sur. Está
tripulado por brujos poderosos y en las noches
oscuras va profusamente iluminado. Durante sus
travesías, a bordo se escucha música sin cesar. Si es
necesario se oculta en medio de una densa neblina,
que él mismo produce. Jamás navega a la luz del día.
Si casualmente una persona, que no sea bruja se
acerca, el Caleuche se transforma en un simple
madero flotante, y si el individuo intenta apoderarse
del madero, éste retrocede. Otras veces se convierte
en una roca o en otro objeto cualquiera y se hace
invisible».
28. «Hubo un tiempo en que los dioses no existían, solo el
Cielo y la Tierra existían; ellos fueron nuestros primeros
padres y de ellos nacieron los gigantes titanes. Durante
siglos y siglos los titanes reinaron sobre el Universo.»
Prometeo encadenado
«En la isla de Chiloé hace mucho tiempo que se aparece
la Pincoya. Suele representársele con figura de sirena
con larga cabellera al viento. Se les aparece a los
pescadores en compañía del Pincoy, su compañero.»
29. «Una hormiga, llegado el verano, recogía afanosamente granos de
trigo y cebada, guardándolos en su granero para alimentarse en el
invierno. La cigarra que pasaba el día cantando, se sorprendió de
verla tan trabajadora en época en que los animales, dejando sus
faenas, se abandonaban la buena vida y a la diversión. Cuando llego
el invierno y con él la escasez de provisiones, la cigarra hambrienta
fue a pedirle a la hormiga unos cuantos granos para alimentarse.»
Prometeo encadenado
«En un lejano país hace muchos años una oveja negra.
Fue fusilada.
Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una
estatua ecuestre que quedo muy bien en el parque.
Así, en lo sucedido, cada vez que aparecían ovejas negras
serán pasadas por las armas para que las futuras
generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran
ejercitarse también en la escultura..»
30. «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero
acordarme, ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los lanza
en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una
olla de algo mas vaca que carnero, salpicón las mas noches,
duelos y quebranto a los sábados, lentejas los viernes, algún
palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes
de su hacienda.
El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para
las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entre
semana se honraba con su vellorí de lo mas fino. Tenia en su
casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no
llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así
ensillaba el rocín como toma la podadora».
Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo don Quijote de la
Mancha