Aristóteles define el tiempo como la medida del movimiento, donde el movimiento representa el cambio de posibilidad a realidad. La gestión del tiempo es esencial para optimizar nuestro potencial y vivir de manera plena, enfocándose en lo más importante para lograr un balance positivo en la vida. La clave es reconocer que siempre hay tiempo suficiente si priorizamos adecuadamente nuestras tareas.