La gestión educativa es esencial para el éxito de las instituciones, abarcando la coordinación de recursos, planificación estratégica y evaluación de resultados para garantizar una enseñanza de calidad. Incluye liderazgo efectivo, planificación clara, evaluación continua, desarrollo profesional docente, participación comunitaria e inclusión. A pesar de su importancia, enfrenta desafíos como recursos limitados y resistencia al cambio.