Halloween tiene sus orígenes en las celebraciones de los celtas hace más de 2,500 años, marcando el final del verano y la creencia de que los espíritus podían resucitar. La festividad se popularizó debido a la conversión católica y la emigración europea a los Estados Unidos, consolidándose en el siglo XX. En la actualidad, se celebra con disfraces y la tradición de 'truco o trato', simbolizando el miedo y elementos otoñales.