La hiperglucemia se define como niveles elevados de glucosa en sangre que superan los objetivos de control. Puede deberse a resistencia a la insulina, disfunción de las células beta pancreáticas u hormonas contrareguladoras de la glucosa. Sus síntomas incluyen sed, micción frecuente y fatiga. El diagnóstico se realiza mediante análisis de laboratorio que miden los niveles de glucosa. Su tratamiento depende de los fármacos antidiabéticos escalonados según el grado de control