La historia de la anestesia comenzó con métodos primitivos usados por los asirios, luego el uso de narcóticos vegetales por las civilizaciones mesopotámicas. En el siglo XIX, Crawford Williamson Long fue el primero en usar éter como anestesia durante una cirugía, aunque no lo difundió. Más tarde, William Morton demostró con éxito el uso del éter como anestesia durante una operación en 1846, popularizando su uso. Finalmente, el cloroformo y otros agentes inhalatorios reemplazaron al éter como