El mueble paleocristiano-bizantino en el arte presenta dos periodos significativos relacionados con la arquitectura y la ornamentación, destacando la transición de la época anterior a la paz de la iglesia y el desarrollo posterior de templos y muebles en diversas formas. En el periodo románico, los muebles reflejan una utilidad práctica y rudimentaria, mientras que en el estilo mudéjar y el plateresco se observa una fusión de influencias culturales y un perfeccionamiento en la decoración y construcción, destacando el uso de materiales como la madera y el marfil. Las producciones de la corte de Felipe II marcan la evolución hacia estilos más complejos y decorativos en el mobiliario español.