El documento presenta el panorama energético de Chile, analizando problemas como la alta dependencia de las importaciones de energía primaria y el rápido aumento proyectado de la demanda energética. Propone una solución integral involucrando al estado, empresas y personas, con medidas como incentivar las energías renovables, mejorar la eficiencia energética en todos los sectores de la economía, y adoptar políticas similares a las de California que lograron reducir el consumo eléctrico en un 15%.