El templo de la Compañía y sus claustros adyacentes en Arequipa constituyen el monumento más representativo de la Escuela Arequipeña. El templo ha sufrido varias construcciones y reconstrucciones debido a terremotos, destacando los planos originales de Gaspar Báez en 1578 y las obras dirigidas por el jesuita Diego Felipe en 1590 y que concluyeron en 1698. Los claustros fueron construidos en 1677 y albergan hoy tiendas y oficinas turísticas.