El proyecto de la UNESCO iniciado en 1988 tuvo la finalidad de producir materiales para ayudar a docentes a responder a las dificultades de aprendizaje de los estudiantes. Se extendió a más de 50 países y ha servido de ayuda a los profesores para responder a la diversidad de los alumnos. La Declaración de Salamanca de 1994 promovió la educación inclusiva para garantizar el derecho a la educación básica de todos los niños.