Las instrucciones establecen los procedimientos para la atención educativa no presencial de estudiantes con alto riesgo de salud debido a la exposición al COVID-19 o que convivan con personas de alto riesgo. Los directores de los centros educativos deben autorizar las solicitudes con informes médicos y comunicar las resoluciones. Los centros priorizarán la atención remota de estos estudiantes a través de tutores, plataformas virtuales y evaluaciones adaptadas para garantizar la continuidad pedagógica.