El documento habla sobre la intervención del trabajador social en una comunidad en conflicto. Explica que la educación, la cultura y el desarrollo son mecanismos clave para transformar la comunidad, y que la ética y la moral son fundamentales para vivir en armonía. También destaca que el trabajo social se enfoca en facilitar que las personas desarrollen su potencial y enriquezcan sus vidas para prevenir disfunciones, convirtiendo a los profesionales en agentes de cambio positivo.