La investigación participativa busca crear métodos consensuados para que los sujetos investigados mejoren su vida. Se caracteriza por ser politizada, centrarse en problemas no estructurados y poco claros, y empoderar a los sujetos a través de su participación. El investigador ayuda al grupo a examinar alternativas y se enfoca en el desarrollo humano a través de un proceso cíclico e iterativo que busca efectos prácticos para mejorar las condiciones de los sujetos.