El documento discute los posibles efectos del crecimiento de la población musulmana en diferentes países y en el mundo. Indica que a medida que la población musulmana alcanza cierto porcentaje, entre el 2% y el 10%, pueden comenzar a ejercer más influencia cultural e incluso presionar por la aplicación parcial de la ley islámica. A partir del 20% o más, señala que pueden ocurrir disturbios y violencia. Luego describe las posturas de líderes como el primer ministro australiano sobre la necesidad de que