En 2019, el sector industrial es un objetivo clave para ciberataques, impulsados por la interconexión de dispositivos en IoT e IIoT. La inteligencia artificial y el aprendizaje automático facilitarán ataques más sofisticados, como phishing y ransomware, mientras que la gestión de riesgos y la privacidad de datos estarán bajo un escrutinio creciente. Se anticipa que las técnicas de ataque avanzadas complicarán la detección y atribución de las amenazas.