La administración se conceptualiza desde tres enfoques: como ciencia, arte y técnica, donde se estudian las organizaciones para entender su funcionamiento y crecimiento. Se considera una ciencia táctica que combina conocimientos sistematizados y técnicas aplicadas en la planificación, organización, dirección y control de recursos. En esencia, la administración busca maximizar beneficios, ya sean económicos o sociales, a través de métodos efectivos.