La arquitectura griega antigua se desarrolló desde el siglo VIII a.C. hasta el siglo II d.C. y sentó las bases de la arquitectura occidental. Utilizaba materiales como piedra, madera y ladrillo, y se caracterizaba por los órdenes arquitectónicos dórico, jónico y corintio. Los templos griegos solían tener planta rectangular y estar rodeados de columnas, y cumplían funciones religiosas y de almacenamiento de tesoros.