1. LA ARTRITIS
Instituto superior tecnologico de pisco
NOMBRE: MAYERLY YAZURI
APELLIDOS: RAMIREZ ESPINOZA
DOCENTE: REBECA
QUINTANILLA
CURSO:APLICACIONES DEL
INTERNET
La artritis
2. La artritis es la hinchazón y la sensibilidad de una o más de las articulaciones.
Los principales síntomas de la artritis son dolor y rigidez de las articulaciones,
que suelen empeorar con la edad. Los tipos más frecuentes de artritis son la
artrosis y la artritis reumatoide.
La artrosis hace que el cartílago, el tejido duro y resbaladizo que recubre los
extremos de los huesos donde forman una articulación, se rompa. La artritis
reumatoide es una enfermedad en la cual el sistema inmunitario ataca las
articulaciones, comenzando con el revestimiento de estas.
Los cristales de ácido úrico, que se forman cuando hay demasiado ácido úrico
en la sangre, pueden causar gota. Las infecciones o enfermedades
subyacentes, como la psoriasis o el lupus, pueden causar otros tipos de artritis.
Los tratamientos varían según el tipo de artritis. Los principales objetivos de los
tratamientos contra la artritis son reducir los síntomas y mejorar la calidad de
vida.
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune con una alta
prevalencia a nivel mundial que está asociada a complicaciones sistémicas,
discapacidad progresiva, muerte temprana y costos socioeconómicos elevados.
Se caracteriza por inflamación sinovial e hiperplasia, producción de
autoanticuerpos, el factor reumatoide (FR) y anticuerpos citrulinados (ACCP), la
destrucción y deformidad del cartílago y del hueso y complicaciones
cardiovasculares, pulmonares y neurológicas . Debido a la discapacidad que
conlleva ésta enfermedad, han surgido múltiples ensayos que demuestran la
importancia del reconocimiento temprano de los síntomas y el diagnóstico de la
artritis reumatoide. Se recomienda derivar al reumatólogo a cualquier persona
con inflamación persistente sin causa aparente y referir de manera urgente si
presentan retraso en el diagnóstico igual o mayor a tres meses desde el inicio
de los síntomas.
Con éste estudio buscamos determinar qué factores se asocian al diagnóstico
de artritis reumatoide en pacientes con dolor musculoesquelético que acuden a
la consulta de primera vez en reumatología.
Es un estudio transversal y analítico, se requiere de un mínimo de 140
pacientes, contamos con 94 pacientes. Se realizó un modelo de regresión
logística con las variables especificadas. Además de pruebas de normalidad, la
prueba de Hosmer y Lemeshow para evaluar bondad de ajuste.
TIPOS DE ARTRITIS
3. 1. Osteoartritis
La osteoartritis es la forma más común de artritis. Más de 32,5 millones de
estadounidenses la padecen.
Síntomas de la osteoartritis
Cuando el cartílago de una articulación se deteriora, el hueso subyacente
comienza a cambiar. Estos cambios pueden empeorar con el tiempo, causando
dolor, rigidez e hinchazón. Algunas personas también pueden notar una
disminución del rango de movimiento o la flexibilidad.
Causas y factores de riesgo de la osteoartritis
La osteoartritis se produce por el desgaste o daño del cartílago articular entre
los huesos. Se presenta con mayor frecuencia en las manos, las caderas y las
rodillas.
Algunos factores de riesgo de la osteoartritis, según los Centros para el Control
y la Prevención de Enfermedades (CDC) , incluyen:
Lesiones articulares por uso excesivo, que incluyen flexión de rodilla y estrés
repetido en una articulación.
Edad avanzada
Ser mujer, especialmente mayor de 50 años.
Tener sobrepeso, lo que supone una tensión adicional sobre las articulaciones
(especialmente las caderas y las rodillas)
Genética
2. Artritis reumatoide (también llamada AR)
La artritis reumatoide puede ser una de las formas de artritis más
incapacitantes. Es la forma más común de artritis autoinmune y afecta a más
de 1.3 millones de estadounidenses. Alrededor del 75% de ellos son mujeres,
según el Colegio Americano de Reumatología . La AR suele comenzar entre
los 30 y los 50 años, pero puede manifestarse a cualquier edad.
Síntomas de la artritis reumatoide
La artritis reumatoide causa dolor articular, rigidez, inflamación y disminución
del movimiento articular. La AR suele afectar las articulaciones pequeñas de
las manos y los pies, pero puede afectar otros órganos como los ojos y la piel.
Suele causar mayor rigidez por la mañana, lo cual puede ser un signo de artritis
reumatoide, a diferencia de otras afecciones.
4. Otros signos de AR pueden incluir pérdida de energía, fiebre baja, pérdida de
apetito y bultos firmes debajo de la piel en áreas como los codos y las manos.
Causas y factores de riesgo de la artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune. Normalmente, el sistema
inmunitario ataca bacterias y virus generando inflamación. En una enfermedad
autoinmune, el sistema inmunitario envía inflamación por error al tejido sano.
3. Fibromialgia
La fibromialgia es un trastorno crónico que causa dolor y sensibilidad
generalizados. Es más común en mujeres, pero los hombres también pueden
padecerla. La fibromialgia no daña las articulaciones ni los músculos. Su
diagnóstico puede ser difícil. Consulte con su profesional de la salud para
obtener información sobre cómo obtener un diagnóstico.
Síntomas de la fibromialgia
Los principales síntomas de la fibromialgia incluyen:
Dolor crónico en todo el cuerpo o en varias zonas. Se suele describir como
sordo, ardor o pulsátil.
Fatiga
Problemas para dormir
Rigidez muscular y articular
Ternura al tacto
Problemas para concentrarse o pensar con claridad
Sensibilidad a la luz, al ruido, a los olores y a la temperatura.
Entumecimiento u hormigueo en brazos y piernas
Causas y factores de riesgo de la fibromialgia
Se desconoce la causa de la fibromialgia. Sin embargo, podría estar
relacionada con la genética y los antecedentes familiares, pero no se sabe
mucho sobre los genes específicos implicados. Los investigadores saben que
la fibromialgia no se debe a una enfermedad autoinmune, una inflamación
articular ni un trastorno muscular.
5. La fibromialgia puede desencadenarse por ciertos factores, como problemas de
columna, lesiones artríticas u otros tipos de estrés físico. El estrés emocional
también puede desencadenar la fibromialgia, según el Colegio Americano de
Reumatología .
Las mujeres tienen el doble de probabilidades de padecer fibromialgia que los
hombres. Las personas de mediana edad y quienes padecen ciertas
enfermedades, como el lupus y la artritis reumatoide , tienen mayor
probabilidad de ser diagnosticadas con fibromialgia. Las personas con un
familiar que padece la enfermedad tienen mayor riesgo de padecerla.
4. Gota
La gota es un tipo común de artritis inflamatoria que causa inflamación y dolor
en las articulaciones. Puede presentarse durante una o dos semanas y luego
desaparecer. Los brotes suelen aparecer en uno de los dedos gordos del pie o
en las extremidades inferiores.
Algunas personas con gota pueden ser propensas a desarrollar otras
afecciones, como las relacionadas con el corazón o los riñones. Estas pueden
incluir hipertensión arterial , enfermedad renal crónica y diabetes .
La gota es una de las formas de artritis más controlables. El diagnóstico
temprano, el tratamiento y los cambios en el estilo de vida son factores
importantes para disminuir los síntomas e incluso eliminar la gota.
Síntomas de la gota
El dolor articular es el síntoma más común de la gota. Generalmente comienza
en el dedo gordo del pie, pero puede manifestarse en otras articulaciones del
cuerpo. Los brotes de gota suelen comenzar por la noche y pueden causar
tanto dolor que la persona se despierta. Otros síntomas pueden incluir
hinchazón, enrojecimiento y sensación de calor.
Causas y factores de riesgo de la gota
La gota es causada por una afección llamada hiperuricemia. Se produce
cuando hay un exceso de ácido úrico en el cuerpo. Cuando hay demasiado
ácido úrico, se pueden acumular cristales en las articulaciones, los líquidos y
los tejidos. Esto provoca inflamación articular.
Los brotes de gota suelen desencadenarse por ciertos alimentos o
medicamentos, alcohol, traumatismos físicos o enfermedades específicas. Los
hombres son más propensos a padecerla, pero las mujeres suelen desarrollarla
después de la menopausia . La obesidad también puede aumentar el riesgo de
padecerla.
5. Lupus
6. El lupus es una enfermedad autoinmune crónica que puede causar dolor en
cualquier parte del cuerpo. Afecta con mayor frecuencia la piel, las
articulaciones y órganos internos como los riñones y el corazón. Según la
Fundación del Lupus de Estados Unidos , aproximadamente 1,5 millones de
estadounidenses padecen lupus . El 90 % de ellos son mujeres, que suelen
desarrollarlo entre los 15 y los 44 años.
Síntomas del lupus
Los síntomas pueden variar de una persona a otra y pueden aparecer y
desaparecer con el tiempo. Pueden incluir:
Dolor muscular y articular
Fiebre
Erupciones
Dolor en el pecho
Pérdida de cabello
Sensibilidad al sol o a la luz
Problemas renales, como presión arterial alta, disminución de la función renal,
etc.
llagas en la boca
Fatiga o cansancio extremo
Problemas de memoria
7. Causas y factores de riesgo del lupus
Los investigadores no están completamente seguros de la causa del lupus,
pero sí saben que no se puede transmitir de otra persona. Los factores
genéticos influyen en el desarrollo del lupus. Otros posibles factores incluyen el
entorno, hormonas como el estrógeno y problemas del sistema inmunitario,
según los CDC .
6. Artritis psoriásica
La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria autoinmune que causa
inflamación articular. A menudo, aunque no siempre, se presenta en personas
con psoriasis , una enfermedad cutánea autoinmune. La artritis psoriásica
afecta articulaciones grandes como las rodillas y los hombros, así como los
dedos de las manos y los pies, la espalda y la pelvis.
Síntomas de la artritis psoriásica
Los síntomas de la artritis psoriásica suelen aparecer entre los 30 y los 50
años. Pueden incluir inflamación leve o crónica que, si no se trata
correctamente, puede causar daño articular. Los síntomas de la artritis
psoriásica pueden incluir:
Manchas de piel escamosas e inflamadas, generalmente en el cuero cabelludo,
los codos o las rodillas.
Rigidez e hinchazón de las articulaciones (que a menudo empeoran por la
mañana o después de descansar)
Picaduras o pequeñas abolladuras en las uñas, o uñas que se separan del
lecho ungueal
Sensibilidad en áreas donde los ligamentos o tendones se unen al hueso, como
la parte posterior del talón o la planta del pie.
Inflamación ocular
Causas y factores de riesgo de la artritis psoriásica
Tanto hombres como mujeres tienen el mismo riesgo de padecer artritis
psoriásica. Los expertos no comprenden del todo por qué el sistema
inmunitario se altera para causar esta afección. Sin embargo, existen algunos
factores que pueden provocarla.
En primer lugar, la enfermedad puede transmitirse de padres a hijos. Los
investigadores han identificado algunos de los genes implicados. En segundo
lugar, factores ambientales y de estilo de vida pueden provocar artritis
8. psoriásica. Estos pueden incluir la obesidad, el estrés, las infecciones y las
lesiones.
DIAGNOSTICO DE LA ARTRITIS
Durante la exploración física, los médicos revisarán las articulaciones para
detectar hinchazón, enrojecimiento y temperatura. También querrán observar tu
capacidad para mover las articulaciones.
Análisis de laboratorio
El análisis de diferentes tipos de líquidos corporales puede ayudar a identificar
el tipo de artritis que tengas. Los líquidos comúnmente analizados comprenden
la sangre, la orina y el líquido sinovial. Para obtener una muestra del líquido
sinovial, los médicos limpiarán e insensibilizarán la zona antes de insertar una
aguja en el espacio de la articulación para extraer líquido.
Diagnóstico por imágenes
Estos tipos de pruebas pueden detectar problemas dentro de la articulación
que pueden estar provocando los síntomas. Entre los ejemplos, se incluyen los
siguientes:
Radiografías. Las radiografías, que usan niveles bajos de radiación para
visualizar el hueso, pueden mostrar si hay pérdida del cartílago, daño en los
huesos y espolones óseos. Las radiografías no pueden revelar el daño artrítico
temprano, pero a menudo se utilizan para seguir la evolución de la enfermedad.
RADIOGRAFIA DE LA ARTRITIS
Tomografía computarizada. Los escáneres para la tomografía computarizada
realizan radiografías desde muchos ángulos diferentes y combinan la
información para crear vistas transversales de las estructuras internas. Las
tomografías computarizadas pueden visualizar el hueso y los tejidos blandos
que los rodean.
9. Imágenes por resonancia magnética. La resonancia magnética, que combina
ondas de radio con un campo magnético potente, puede producir imágenes
transversales más detalladas de tejidos blandos tales como cartílagos,
tendones y ligamentos.
Ecografía. Esta tecnología utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para
obtener imágenes de los tejidos blandos, los cartílagos y las estructuras que
contienen líquido cerca de las articulaciones (bursas). La ecografía también se
utiliza para guiar la colocación de las agujas para extraer líquido articular o
inyectar medicamentos en la articulación.
TRATAMIENTO
El tratamiento para la artritis se centra en aliviar los síntomas y mejorar el
funcionamiento de las articulaciones. Posiblemente necesites probar distintos
tratamientos o combinaciones de estos antes de encontrar lo que funcione
mejor para ti.
Medicamentos
Los medicamentos que se utilizan para tratar la artritis varían según el tipo de
artritis. Los medicamentos más frecuentes para tratar la artritis comprenden los
siguientes:
Antiinflamatorios no esteroides. Los medicamentos antiinflamatorios no
esteroides pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación. Entre los ejemplos,
se incluyen el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve).
Los antiinflamatorios no esteroides más fuertes pueden provocar irritación
estomacal y aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente
cerebrovascular. Algunos antiinflamatorios no esteroides también están
disponibles en forma de cremas o geles, que pueden frotarse sobre las
articulaciones.
Contrairritantes. Algunas variedades de cremas y ungüentos contienen mentol
o capsaicina, el componente de los pimientos picantes. Frotar estas
preparaciones en la piel sobre la articulación que duele podría interferir en la
trasmisión de las señales de dolor de la articulación.
Esteroides. Los medicamentos corticoides, como la prednisona, reducen la
inflamación y el dolor, y retrasan el daño articular. Los corticoides pueden
administrarse en forma de píldora o de inyección en la articulación dolorida. Los
efectos secundarios pueden incluir afinamiento de los huesos, aumento de
peso y diabetes.
Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad. Estos
medicamentos pueden retrasar el avance de la artritis reumatoide y evitar que
las articulaciones y otros tejidos sufran daños permanentes. Además de los
medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad
convencionales, existen también agentes biológicos y medicamentos
10. antirreumáticos modificadores de la enfermedad sintéticos dirigidos. Los
efectos secundarios varían, pero la mayoría de los medicamentos
antirreumáticos modificadores de la enfermedad aumentan el riesgo de
infecciones.
FISIOTERAPIA DE LA ARTRITIS
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad crónica y dolorosa que provoca
daño articular progresivo, discapacidad, deterioro de la calidad de vida y una
menor esperanza de vida. Incluso una inflamación leve puede provocar daño
irreversible y discapacidad permanente. La evolución clínica, según los
síntomas, puede ser intermitente o progresiva en pacientes con AR. En la
mayoría de los pacientes, la evolución clínica es progresiva y el daño
estructural se desarrolla en los primeros dos años. El objetivo del tratamiento
de la AR es aliviar el dolor y prevenir el daño articular y la pérdida funcional.
Las aplicaciones de fisioterapia y rehabilitación mejoran significativamente la
terapia médica, mejorando el tratamiento de la AR y reduciendo las
discapacidades en la vida diaria de los pacientes con AR. En esta revisión, se
examina la aplicación de las modalidades de fisioterapia, incluyendo el uso de
aplicaciones de frío/calor, estimulación eléctrica e hidroterapia. También se
presentan técnicas de tratamiento de rehabilitación para pacientes con AR,
como estrategias de protección articular, masajes, ejercicio y educación del
paciente.
La AR es una enfermedad crónica y progresiva que provoca una pérdida
considerable de la función física y discapacidad. Actualmente, no existe una
terapia curativa para la AR; por lo tanto, los pacientes se someten a diversas
modalidades de tratamiento de por vida. Por lo tanto, un componente
importante para el éxito del manejo de la enfermedad es educar a los pacientes
e informarles sobre las modalidades de tratamiento planificadas. Los objetivos
de la fisioterapia y la rehabilitación en pacientes con AR son prevenir la
discapacidad, aumentar la capacidad funcional, aliviar el dolor y brindar
educación al paciente.
Antes de iniciar la terapia, se determinan las necesidades de fisioterapia de los
pacientes según su discapacidad y/o impedimentos. La evaluación física debe
incluir los siguientes componentes:
Evaluación funcional (es decir, estado de transferencia, análisis de la marcha,
actividades de la vida diaria);
Rango de movimiento articular (ROM) (para todas las articulaciones);
Prueba de fuerza muscular (manual o con equipo isocinético);
Evaluación postural; y
Evaluación de la función respiratoria.
Cabe recordar que la presencia de inflamación, inestabilidad y contracturas
puede afectar los resultados de estas evaluaciones y pruebas. Escalas como la
11. Escala de Medición del Impacto de la Artritis I y II, el Cuestionario de
Evaluación de la Salud y la Medida de Independencia Funcional pueden
utilizarse para la evaluación funcional.
Modalidades de fisioterapia
Las modalidades de fisioterapia se utilizan comúnmente en el tratamiento de la
AR. Estas incluyen aplicaciones de frío/calor, estimulación eléctrica e
hidroterapia.
Son escasos los estudios controlados realizados con un número adecuado de
casos y utilizando medidas objetivas validadas para evaluar diversos métodos
de fisioterapia y rehabilitación en la AR. Esto se debe a que el proceso
patológico puede verse afectado por diversos factores y a la dificultad para
determinar la eficacia real de los agentes investigados. Sin embargo, en la
práctica diaria se utilizan diversos agentes fisioterapéuticos; la mayoría de las
veces, su uso se basa en experiencias personales.
Aplicaciones de frío/calor
Las modalidades de frío/calor son los agentes físicos más utilizados en el
tratamiento de la artritis. Es bien sabido que la aplicación de frío se utiliza
principalmente en las fases agudas de la AR, mientras que la de calor se utiliza
en las fases crónicas.
Mediante el uso de calor, se logra analgesia, se alivia el espasmo muscular y
se obtiene elasticidad de las estructuras periarticulares. El calor puede usarse
antes del ejercicio para obtener el máximo beneficio. La termoterapia puede
aplicarse mediante compresas calientes superficiales, radiación infrarroja,
parafina, fluidoterapia o hidroterapia. Se recomiendan aplicaciones de 10 a 20
minutos una o dos veces al día. Se debe tener precaución en pacientes con
déficit sensorial y alteración de la circulación vascular en manos y pies debido
al riesgo de quemaduras. Se prefiere la aplicación de frío en articulaciones
activas donde no se desea un aumento de calor intraarticular. La compresa fría,
el hielo, el aerosol de nitrógeno y la crioterapia son diferentes métodos de
aplicación de la terapia de frío.
12. Las enzimas que destruyen el cartílago se producen dentro de las
articulaciones inflamadas de los pacientes con AR. Los niveles de enzimas
destructivas como la colagenasa, la elastasa, la hialuronidasa y la proteasa se
ven afectados por la temperatura de las articulaciones locales. Con
temperaturas de 30 °C o inferiores, los efectos de estas enzimas son
insignificantes. La temperatura intraarticular normal es de 33 °C, mientras que
puede aumentar hasta 36 °C en pacientes con AR. El aumento de la
temperatura intraarticular también se relaciona con un aumento de la actividad
de la colagenasa y el daño del cartílago. A pesar de la inhibición de la
proliferación celular y la activación metabólica dentro del líquido sinovial a 41-
42 °C, no se puede utilizar como método terapéutico debido al daño articular
irreversible.
Varios estudios han investigado los cambios dentro de las articulaciones tras la
aplicación de calor. La temperatura intraarticular aumentó con la aplicación de
calor superficial. En los primeros 5 minutos, la temperatura articular disminuyó,
pero posteriormente, como se esperaba, comenzó a aumentar. Se ha sugerido
que en los primeros minutos, los vasos superficiales se dilatan y la circulación
se aleja del tejido sinovial inflamado. Lo opuesto ocurre durante la aplicación de
frío. Los efectos de la aplicación de calor varían entre sujetos sanos normales y
pacientes con articulaciones inflamadas. En consecuencia, la temperatura de la
piel aumenta con parafina como máximo y la temperatura articular intraarticular
con la aplicación de diatermia. El aumento de temperatura con la aplicación de
diatermia de onda corta continúa durante 40 minutos. Sin embargo, se ha
observado que el aumento de la temperatura intraarticular no tiene un efecto
13. beneficioso sobre el pronóstico clínico o la progresión radiológica. La
temperatura de la piel disminuye más con la aplicación de aire frío, mientras
que la temperatura intraarticular disminuye más con la aplicación de hielo. El
aumento de la temperatura intraarticular por la aplicación de compresas frías
puede explicarse por el aumento de temperatura reaccional con la aplicación a
corto plazo, que se mencionó anteriormente.
Estimulación eléctrica
La electroestimulación se utiliza en pacientes con AR para aliviar el dolor. La
terapia de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) es el método
más comúnmente utilizado. Mannheimer y Carlsson aplicaron TENS a varias
frecuencias e informaron que la TENS de frecuencia más alta fue la más
beneficiosa, con una analgesia que persistió hasta 18 horas. Varios estudios
han informado un aumento en la fuerza de agarre de la mano después de la
aplicación diaria de 15 minutos de TENS y una disminución del dolor después
de usar TENS una vez a la semana durante 3 semanas.Levy y colegas
observaron una reducción del líquido sinovial y el exudado inflamatorio
después de la aplicación de TENS en la artritis aguda y sugirieron que el alivio
del dolor puede explicarse parcialmente por este efecto. El control del dolor
posoperatorio mediante terapia TENS después de la artroplastia de la
articulación de la rodilla reduce la necesidad de analgésicos y las estancias
hospitalarias. Debido a las variaciones entre los materiales y métodos de los
estudios, es difícil interpretar las aplicaciones de TENS. Sin embargo, la TENS
suele ser una terapia de acción corta (6-24 horas), y la frecuencia más
beneficiosa es la de 70 Hz. Además, presenta un alto efecto placebo. No se
puede utilizar simultáneamente en todas las articulaciones dolorosas, lo cual
supone una desventaja en pacientes con afectación poliarticular. La corriente
interferencial también puede utilizarse para la analgesia. Diversos estudios han
demostrado su eficacia en el alivio del dolor, la inflamación y la mejora del
rango de movimiento (ROM).Además, no se encontraron diferencias entre la
corriente interferencial y la TENS en la magnitud de la analgesia.
Hidroterapia
La balneoterapia ha sido ampliamente utilizada por pacientes con
enfermedades reumáticas desde tiempos antiguos en busca de una cura para
sus dolencias. Por lo tanto, existen algunas sugerencias de que la ciencia de la
reumatología se ha desarrollado en la balneoterapia. Inicialmente, el término
"balneoterapia" se utilizaba para distinguir la terapia con aguas termales y
minerales de la hidroterapia, pero hoy en día estos términos se usan
indistintamente. En los últimos años, la balneoterapia se ha convertido en una
de las alternativas terapéuticas para otras enfermedades reumatoides, en
particular para las enfermedades degenerativas crónicas. Los objetivos de la
balneoterapia son aumentar el rango de movimiento (ROM), fortalecer los
músculos, aliviar los espasmos musculares dolorosos y mejorar el bienestar del
paciente.
14. HIDROTERAPIA PARA LA ARTRITIS
La balneoterapia en el tratamiento de la artritis es un tema controvertido.
O'Hare y colegashan informado de un aumento de la diuresis, la hemodilución
y una reducción de los niveles del factor reumatoide. Por el contrario, Becke ha
atribuido el efecto principal a una disminución de la carga articular, la relajación
y un aumento del acondicionamiento físico general. Se han realizado estudios
que muestran los efectos beneficiosos de las balneoterapias en varios factores,
como la reducción del dolor y la fuerza de agarre.La eficacia de la
balneoterapia no solo está asociada al agua caliente, sino también a los
minerales que contiene. Se ha afirmado que las aguas minerales tienen
algunos efectos positivos en la balneoterapia. El agua tiene mecanismos de
acción mecánicos, químicos y físicos. Su acción mecánica se produce durante
el baño, cuando el peso corporal disminuye entre un 50 % y un 90 %,
dependiendo del tipo de baño. En casos de debilidad muscular o inflamación
articular dolorosa generalizada, esta acción permite a los pacientes realizar sus
programas de ejercicios. Además, diversos estudios han demostrado que la
balneoterapia produce relajación muscular, tendinosa y ligamentosa, así como
una sensación de bienestar.En este caso, el mecanismo de acción proporciona
beneficios exponenciales. Entre estos mecanismos se encuentran la
disminución de la percepción del dolor al aumentar el umbral del dolor en las
terminaciones nerviosas libres, el alivio del espasmo muscular al actuar sobre
las fibras musculares gamma, la vasodilatación periférica y la eliminación de
mediadores dolorosos. Además, la balneoterapia tiene un efecto sedante al
aumentar la liberación de acetilcolina del sistema nervioso central mediante la
activación del sistema nervioso parasimpático. La liberación de endorfinas
durante la terapia también contribuye a mejorar los mecanismos de acción.
Los efectos de la balneoterapia sobre el sistema inmunitario han despertado
recientemente interés. Se especula sobre sus efectos inmunoestimulantes e
inhibidores. En particular, se han descrito alteraciones en la liberación de
interleucina-1 e interleucina-6, factor de necrosis tumoral alfa e interferón
gamma, que intervienen en la etiopatogenia de la artritis inflamatoria.
También deben considerarse los cambios ambientales durante la
balneoterapia. El bienestar físico y mental, la liberación de las tareas
15. domésticas y un ambiente vacacional son factores positivos que también
pueden contribuir al proceso de curación.
En conclusión, aunque los efectos de la balneoterapia no están claros
actualmente, se trata de un tratamiento paliativo para las enfermedades
reumatoides mediante diversos mecanismos. Se necesitan más estudios
adecuadamente diseñados que incluyan la evaluación de la calidad de vida
como medida de resultado.
Tratamiento de rehabilitación
La fisioterapia es importante para ayudar a los pacientes con AR a controlar su
enfermedad. Junto con los terapeutas ocupacionales, los fisioterapeutas
educan a los pacientes sobre estrategias de protección articular, el uso de
dispositivos de asistencia y la realización de ejercicios terapéuticos.
Estrategias de protección articular
Las estrategias de protección de las articulaciones, como el descanso y el uso
de férulas, el uso de guantes de compresión, dispositivos de asistencia y
equipos de adaptación, tienen efectos beneficiosos en el manejo de los
síntomas y las deformidades de la AR.
Descanso y entablillado
16. Las articulaciones deben descansar durante la fase aguda de la enfermedad. El
reposo en cama alivia el dolor en casos de afectación articular extensa. Es
fundamental, en esta fase, poner las articulaciones en reposo en una posición
funcional. La posición de reposo debe ser la siguiente: articulación del hombro
en abducción de 45°, ambas articulaciones de la muñeca en flexión dorsal de
20° a 30°, dedos ligeramente flexionados, caderas en abducción de 45° sin
flexión, rodillas totalmente extendidas y pies en posición neutra. Se pueden
utilizar férulas para dar la posición deseada en reposo y el posicionamiento
funcional a las articulaciones activas afectadas. Se puede aumentar la
distensibilidad ofreciendo al paciente férulas hechas de materiales blandos. La
ortesis y las férulas se utilizan para los siguientes objetivos: disminuir el dolor y
la inflamación, prevenir el desarrollo de deformidades, prevenir la tensión
articular, dar soporte a las articulaciones y disminuir la rigidez articular.
Varios informes han demostrado los beneficios de las férulas de muñeca para
controlar el dolor y la inflamación y prevenir el desarrollo de deformidades.La
órtesis de muñeca flexible aumenta la fuerza de agarre de la mano entre un
20% y un 25%. Se han desarrollado varias órtesis de anillo para prevenir las
deformidades de los dedos. Los principales factores que determinan el
cumplimiento del paciente con la órtesis son el tamaño de la órtesis, el calor
generado en la piel por la órtesis, la dureza de las partes en contacto con la piel
y si interfiere con las funciones de la mano. La tensión articular en los pies
puede aliviarse mediante una almohadilla de soporte del arco medial en la
planta del pie y mediante una almohadilla metatarsiana. Las suelas
viscoelásticas pueden disminuir la carga de impacto que se produce en la tibia
proximal durante la marcha, hasta en un 40%. Se puede recomendar el corsé
Filadelfia si hay afectación atlantoaxial. La órtesis proporciona una mejor
inmovilización y puede utilizarse en presencia de inestabilidad cervical.
Guantes de compresión
Los pacientes que usan guantes de compresión han reportado una reducción
de la inflamación articular y un mayor bienestar. Sin embargo, no hay evidencia
positiva de que el uso de guantes mejore la fuerza de agarre ni la función
manual. El uso de guantes de compresión durante intervalos de una hora o
solo por la noche puede proporcionar una mejoría en pacientes con inflamación
en las manos o los dedos. La compresión suave es beneficiosa debido a la
contención de la inflamación articular y la consiguiente disminución del dolor.
17. Dispositivos de asistencia y equipos adaptativos
La terapia ocupacional mejora la capacidad funcional en pacientes con AR. Las
intervenciones de terapia ocupacional, como los dispositivos de asistencia y los
equipos adaptativos, tienen efectos beneficiosos en la protección articular y la
conservación de la energía en pacientes con artritis.Los dispositivos de
asistencia se utilizan para reducir los déficits funcionales, disminuir el dolor y
mantener la independencia y la autoeficacia de los pacientes. La carga sobre la
articulación de la cadera puede reducirse en un 50 % al sostener un bastón.De
hecho, la mayoría de estos instrumentos están diseñados originalmente para
pacientes con déficits neurológicos; por lo tanto, pueden ser necesarias ciertas
adaptaciones para su uso en pacientes con artritis. Los asientos de inodoro
elevados, las manijas de agarre más anchas, los arreglos relacionados con los
baños, etc., pueden facilitar la vida diaria. Los procedimientos necesarios para
aumentar la adaptación del paciente al entorno y para aumentar la
independencia funcional son determinados principalmente por el terapeuta
ocupacional. Se deben presentar a los pacientes catálogos que presenten
varios modelos de equipos de asistencia diseñados para cada tipo de requisito.
Terapia de masajes
El masaje es una herramienta de tratamiento común que mejora la flexibilidad,
fomenta la conexión con otras modalidades de tratamiento, mejora el bienestar
general y puede ayudar a disminuir la inflamación de las articulaciones. Dhondt
y sus colegas han reportado que los umbrales de dolor, tanto en el lugar del
masaje como en la rodilla y el tobillo, disminuyen tras aplicar masaje manual
oscilatorio en la región paraespinal intervertebral. Se ha comprobado que el
masaje es eficaz para la depresión, la ansiedad, el estado de ánimo y el dolor.
Este hallazgo plantea la pregunta de si existen cambios en la percepción
nociceptiva periférica y la información central en la AR. Además, el masaje
disminuye los niveles de la hormona del estrés.
18. TERAPIA FISICA PARA LA ARTRITIS
Ejercicio terapéutico
La debilidad muscular en pacientes con AR puede deberse a la inmovilización o
la reducción de las actividades cotidianas. Mantener una fuerza muscular
normal es importante no solo para la función física, sino también para la
estabilización articular y la prevención de lesiones traumáticas. Se podría
sugerir que la terapia con ejercicios tiene efectos beneficiosos en el aumento
de la capacidad física, en lugar de reducir la actividad de la enfermedad.
Antes de establecer un programa de ejercicios para pacientes con AR, se
deben considerar las siguientes características: si la afectación articular es
local o sistémica, el estadio de la enfermedad, la edad del paciente y su
adherencia al tratamiento. La duración y la intensidad del ejercicio se ajustan
19. según el paciente. Los ejercicios de rango de movimiento (ROM),
estiramientos, fortalecimiento, ejercicios de acondicionamiento aeróbico y
actividades diarias pueden incluirse como componentes de la terapia de
ejercicios.
No debe haber ejercicios de esfuerzo durante la artritis aguda. Sin embargo,
cada articulación debe moverse en el ROM al menos una vez al día para
prevenir la contractura. En el caso de articulaciones con inflamación aguda, los
ejercicios isométricos proporcionan un tono muscular adecuado sin exacerbar
la actividad clínica de la enfermedad. Las contracturas moderadas deben
mantenerse durante 6 segundos y repetirse de 5 a 10 veces al día. Debe
recordarse que si los ejercicios isométricos se realizan en una magnitud de
más del 40% de la contracción voluntaria máxima, pueden provocar un
deterioro de la circulación sanguínea y fatiga después del ejercicio. Si la
actividad de la enfermedad es baja, entonces se deben realizar ejercicios
isotónicos utilizando pesos muy bajos. Se informó que los ejercicios
isocinéticos de rodilla de baja intensidad (al 50% de la contracción voluntaria
máxima) son seguros y efectivos en pacientes con AR. Si el dolor persiste más
de 2 horas o se produce demasiada fatiga, pérdida de fuerza o aumento de la
inflamación articular después de un programa de ejercicios, entonces debe
revisarse. Además, caminar no aumenta la presión intraarticular en sujetos
sanos, pero sí lo hace en una rodilla con inflamación y derrame. Por lo tanto,
los pacientes con artritis activa deben evitar especialmente actividades como
subir escaleras o levantar pesas. Se debe evitar una tensión excesiva en los
tendones durante los ejercicios de estiramiento. Los estiramientos bruscos
pueden dañar los tendones o las cápsulas articulares. Finalmente, en la fase
crónica de la artritis inactiva, se recomiendan ejercicios de acondicionamiento
como nadar, caminar y andar en bicicleta con periodos de descanso
adecuados. Estos ejercicios aumentan la resistencia muscular y la capacidad
aeróbica, mejoran las funciones del paciente en general y le hacen sentir mejor.
Educación del paciente
En pacientes con AR, es común encontrar factores sociopsicológicos que
afectan el proceso patológico, como las malas relaciones sociales, la alteración
de la comunicación con el entorno y la infelicidad y depresión laboral. Scholten
y sus colegas han organizado programas educativos multidisciplinarios con la
participación de reumatólogos, ortopedistas, fisioterapeutas, psicólogos y
trabajadores sociales para pacientes con artritis. Este programa incluye
información sobre los beneficios y los efectos adversos de la farmacoterapia, la
importancia de la fisioterapia, el uso de ortesis, métodos psicológicos de
afrontamiento, la autorrelajación y diversas dietas. Además, se enseña a los
pacientes a realizar los ejercicios programados y a proteger las articulaciones
en la vida diaria. Los pacientes que han participado en este programa han
mostrado una mejoría en la discapacidad asociada a la enfermedad, la
interacción psicosocial y el pronóstico clínico. Todas las clínicas que se dedican
al tratamiento de enfermedades reumáticas deben brindar educación e
20. información a sus pacientes sobre su afección y las diversas opciones de
fisioterapia y rehabilitación disponibles para mejorar su calidad de vida.