La vacuna BCG (Bacilo de Calmette-Guérin) es esencial para la prevención de la tuberculosis, administrándose a recién nacidos. Desarrollada por Albert Calmette y Camille Guérin en la década de 1920, esta vacuna es una cepa atenuada del Mycobacterium bovis y se aplica mediante inyección intradérmica. Además, su efectividad previene formas graves de tuberculosis, como la meningitis y osteomielitis.