La civilización romana tuvo su centro en la ciudad de Roma, ubicada en la región del Lacio en Italia central. Los orígenes de Roma se remontan a pequeñas aldeas agrícolas y ganaderas de latinos que fueron dominadas por los etruscos, quienes convirtieron a Roma en una verdadera ciudad. La ubicación de Roma en la península itálica le permitió expandirse primero por Italia y luego por la cuenca del Mediterráneo durante la República romana.