El documento discute el gran poder que tienen las corporaciones sobre la sociedad y los daños que pueden causar al perseguir sólo beneficios. Explica cómo las corporaciones han desarrollado estrategias de manipulación, como apuntar a los niños a través de la publicidad para crear consumidores dependientes. Finalmente, argumenta que el control público sobre las corporaciones y una mayor conciencia del consumidor son necesarios para limitar su influencia perjudicial y asegurar que sirvan mejor los intereses de la comunidad.