La depresión infantil es un trastorno afectivo caracterizado por tristeza intensa y síntomas como irritabilidad y baja autoestima, con múltiples causas que incluyen factores conductuales, cognitivos, psicodinámicos y biológicos. Su prevalencia es mayor en niñas a partir de los 12 años y se ve influenciada por la dinámica familiar y social, así como por el rendimiento escolar. El suicidio infantil es un riesgo aumentado por problemas socioeconómicos, disfunciones familiares y otros factores de riesgo, que requiere atención y acción por parte de educadores y padres.