El documento describe la historia del estudio de la edad de la Tierra. Inicialmente, figuras religiosas como el arzobispo Ussher creían que la Tierra tenía solo unos miles de años, pero científicos como Hutton y Kelvin empezaron a proponer edades de cientos de millones de años basados en métodos geológicos. Actualmente se acepta que la Tierra tiene unos 4,550 millones de años, gracias a dataciones radiométricas precisas.