El documento discute los desafíos de la educación universitaria en el siglo XXI, incluyendo la necesidad de adaptarse a los estudiantes actuales y el uso creciente de la tecnología. Se necesitan innovaciones educativas, acceso a la tecnología, formación del profesorado, e incentivos para promover el uso de medios digitales. El sistema educativo debe fomentar la participación, el acceso a la información, las habilidades comunicativas y la producción de contenido de los estudiantes.