Este documento discute si la educación en el siglo XXI debería ser humanista o utilitarista. Argumenta que aunque las habilidades científicas y tecnológicas son importantes, también lo son las humanidades para formar ciudadanos críticos, autónomos y con conciencia social. Citando a Martha Nussbaum, advierte que el énfasis sólo en lo utilitario podría producir "generaciones enteras de máquinas utilitarias" en lugar de ciudadanos democráticos. Concluye que se necesita encontrar un equilibrio entre