La evaluación basada en competencias se centra en evidencias que reflejan el desarrollo y mejora de estas habilidades en los estudiantes. Se requiere un aprendizaje activo donde los alumnos comprendan el significado y logro de las asignaturas. Se clasifican las evidencias por conocimiento, producto, desempeño y actitud, cada una necesaria para evaluar diferentes aspectos de la competencia.