El documento discute cómo la globalización y el Internet están presionando hacia arriba y hacia abajo, creando nuevas oportunidades y desafíos. Mientras la desigualdad en el acceso a la tecnología persiste entre países, el Internet también ha abierto nuevas formas de solidaridad global y expresión local. Si bien existen brechas digitales, las nuevas tecnologías también representan una oportunidad para que los países se conecten globalmente y compartan cultura de manera más equitativa.