El documento discute la relación entre el pasado, presente y futuro en el estudio de la historia. Argumenta que es imposible comprender plenamente el presente sin conocer el pasado, pero también que para estudiar el pasado es necesario primero entender el presente. Finalmente, sugiere que una buena forma de estudiar la historia sería de manera cronológicamente inversa, comenzando por el presente y terminando con los orígenes más remotos.