La humildad es una virtud moral que implica reconocer nuestras propias limitaciones y debilidades. Implica aprender de las experiencias de la vida y estar abierto a recibir orientación de otros. Ser humilde permite progresar espiritualmente sin necesidad de criticar a los demás o intentar impresionarlos. La humildad es una virtud que ayuda a escuchar y aceptar a todos.