El documento describe la posición de la Iglesia durante la Edad Moderna. La Iglesia defendió los derechos humanos pero también enfrentó desafíos como la Ilustración, que promovió la razón sobre la fe, y la Revolución Francesa, que confiscó propiedades de la Iglesia. La industrialización creó nuevas formas de trabajo que a menudo explotaban a los obreros, y la Iglesia y otros propusieron soluciones como el liberalismo y socialismo.