La internacionalización de la educación superior permite traspasar fronteras entre países e integrar instituciones, profesores y estudiantes. El proceso de globalización busca crear un mundo único con sociedades educativas competitivas que dependen de su capacidad para producir y asimilar conocimiento. El sector de la educación superior desempeña un papel fundamental en la producción, difusión y asimilación del conocimiento a través de mecanismos como la tecnología y la investigación.