En el siglo XVIII, la moda evolucionó en dos etapas distintas. Hasta la Revolución Francesa, predominó el estilo Rococó, con vestidos voluminosos y complejos para mujeres. Después de la Revolución, la moda se simplificó y se inspiró en el mundo clásico, adoptando vestidos más sencillos y ajustados a la silueta. Para los hombres, el atuendo consistía principalmente en casaca, chaleco y pantalón a lo largo del siglo, aunque se volvió más estilizado con el