El documento discute la diferencia entre la Palabra de Dios y las Escrituras. Explica que la Palabra de Dios es Iehoshúa, mientras que las Escrituras son las Santas Escrituras que deben interpretarse correctamente con la guía del Espíritu Santo. También enfatiza la importancia de distinguir entre la Palabra de Dios y las enseñanzas de los hombres.