La piel es el órgano más grande del cuerpo y actúa como barrera protectora contra enfermedades, regulando la temperatura y permitiendo la percepción sensitiva. Se compone de dos capas principales: la epidermis, que protege y contiene melanina, y la dermis, que proporciona soporte y está compuesta de tejido conectivo. Los anexos cutáneos incluyen pelos, glándulas sudoríparas y sebáceas, y las uñas, todos con funciones específicas que contribuyen a la salud de la piel.