Catalina de los Ríos Lisperguer, conocida como la Quintrala, fue una hacendada chilena del siglo XVII acusada de múltiples crímenes, incluyendo parricidio y torturas, convirtiéndose en un ícono del imaginario colonial chileno. El ensayo de Benjamín Vicuña Mackenna sobre la Quintrala destaca su compleja figura como símbolo de la dualidad de la mujer en la sociedad chilena, la cual oscila entre lo virtuoso y lo oscuro, y explora la percepción de los pueblos indígenas en el contexto de la época. La narrativa también revela tensiones culturales y raciales, abordando la idea de barbarie versus civilización en la representación de las mujeres y los pueblos originarios.