El documento explora la realidad del sufrimiento según la Biblia. Explica que el sufrimiento es parte inherente de la naturaleza humana y se incrementó por el pecado. También señala que Dios usa el sufrimiento para perfeccionar y desarrollar el fruto del Espíritu Santo en los creyentes, así como para traer consolación y disciplina. El sufrimiento puede deberse a limitaciones humanas, pecado, persecución por ser cristiano, enfermedades u otros factores.