Tommy era un estudiante ateo en la clase de Teología de la Fe de John Powell. Cuando Tommy fue diagnosticado con cáncer terminal, buscó a Dios desesperadamente pero no lo encontró. En cambio, decidió pasar el tiempo que le quedaba expresando su amor a su familia. Al hacerlo, se dio cuenta de que había encontrado a Dios a través de sus seres queridos. Antes de morir, Tommy visitó a Powell para contarle sobre su experiencia y pedirle que compartiera su historia con otros.