Este documento discute la necesidad de transformar las universidades latinoamericanas para enfrentar los desafíos del futuro. Propone que las universidades deben evolucionar más allá de la eficiencia administrativa para desarrollar programas que aborden problemas como la pobreza y promuevan el desarrollo humano sostenible. También destaca la importancia de que las universidades se adapten a tendencias globales como la globalización y se vuelvan más inteligentes, creativas y flexibles. Finalmente, sugiere algunas acciones de revitalización como la renovación