El Concilio de Nicea (año 325), convocado por Constantino, reafirmó que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, y se redactó el Credo Niceno, que aún hoy profesamos. Más adelante, el Concilio de Éfeso (431) y el Concilio de Calcedonia (451) profundizaron la enseñanza sobre Cristo y María.
¿Qué me enseña la historia de la Iglesia para actuar hoy frente a las injusticias o problemas de mi entorno?