El cura visita a una profesora de piano y órgano de 85 años para felicitarla por su cumpleaños y se sorprende al ver un condón flotando en un jarrón con agua encima del órgano. Cuando pregunta sobre ello, la anciana explica que lo puso allí siguiendo las instrucciones de un sobrecito que encontró, para prevenir enfermedades, y desde entonces no ha vuelto a tener gripe.