El lanzamiento de disco se originó en Grecia en el siglo VI a.C. y fue representado en la escultura "El Discóbolo". En la actualidad se compite a nivel olímpico desde 1896 para hombres y 1928 para mujeres. El disco debe lanzarse desde dentro de un círculo de 2.5 metros de diámetro siguiendo unas técnicas que incluyen la posición inicial, el giro y el lanzamiento final para lograr la mayor distancia posible.