Este documento revisa la justificación de varias intervenciones farmacológicas preventivas comunes dirigidas a personas sanas para prevenir enfermedades cardiovasculares y fracturas. Describe que no hay evidencia para tratar la prehipertensión, prediabetes u osteopenia con fármacos. Tampoco para usar estatinas de forma indiscriminada en diabéticos o hipertensos sin enfermedad cardiovascular. Además, analiza la evidencia sobre el uso de estatinas, aspirina y fármacos antifractura en prevención primaria