El documento describe las ideas educativas de William Kilpatrick, discípulo de John Dewey. Kilpatrick creía que la educación debe estar dentro de la vida real y reconstruirla de manera continua a niveles más altos. Abogaba por el método de proyectos y por tratar a los estudiantes como personas autónomas dentro de una sociedad democrática. Creía que los profesores deben participar en el mundo de los estudiantes y fomentar comportamientos democráticos.