La leishmaniasis es causada por parásitos del género Leishmania que infectan macrófagos. Se transmite por la picadura de mosquitos. Puede manifestarse como úlceras cutáneas, lesiones en mucosas, o afectar órganos internos de forma sistémica. Su diagnóstico incluye observación microscópica, cultivo, pruebas serológicas y moleculares. El tratamiento es problemático debido a que los medicamentos requieren administración repetida y no son siempre efectivos.