El lupus eritematoso sistémico de inicio tardío es una enfermedad autoinmune que se presenta en personas mayores de 50 años, mostrando diferencias en el perfil clínico y pronóstico en comparación con el lupus clásico. Se caracteriza por manifestaciones más sutiles y un diagnóstico tardío, así como un mayor riesgo de mortalidad asociado a comorbilidades. Aunque el tratamiento es similar al del lupus clásico, se deben considerar cambios farmacocinéticos relacionados con la edad.